Congelar embriones. Una nueva técnica con muchas posibilidades

Artículo de Concepción Gómez-Cuétara, veterinaria especialista en reproducción equina, sobre la congelación de embriones.

 

La Transferencia de Embriones es la técnica de elección para conseguir crías de las mejores yeguas, y aunque es cada vez más utilizada con este fin, sigue siendo una técnica de aplicación difícil en las yeguas en Competición, de manera que de muchas yeguas excelentes no se obtienen embriones hasta que se retiran de las pistas.

La Transferencia de Embriones supone un reto de organización; el celo de la yegua donante debe sincronizarse con el de 2 ó 3 yeguas receptoras, la donante se insemina con el semental escogido, y 7 u 8 días después se obtiene el embrión que se transfiere a una de las receptoras, la más idónea de las que hemos preparado. La creación de Centros que disponen de un número elevado de receptoras, como los que se han desarrollado sobre todo en Centroeuropa, han facilitado algo el proceso, ya que la donante puede ser inseminada y el embrión extraído, refrigerado y enviado a uno de estos centros para su implantación. En España es difícil disponer de yeguas receptoras de calidad, ya que no existen estos centros.

En otras especies, sobre todo en vacuno, los embriones se extraen y se congelan y guardan hasta el momento adecuado para la implantación. Este paso simplifica enormemente todo el proceso, ya que no es necesario tener tantas receptoras ni sincronizar los ciclos de las receptoras y la donante.

Sin embargo la congelación de embriones equinos ha tenido poco éxito hasta ahora. El embrión equino es difícil de congelar comparado con otras especies por dos causas principales: generalmente se obtienen embriones grandes, con una cavidad (blastocele) llena de líquido que al congelarse forma grandes cristales que rompen el embrión. Para evitar la formación de estos cristales se emplean SUSTANCIAS CRIOPROTECTORAS, pero el embrión de caballo presenta una cápsula que impide que estas sustancias penetren en su interior. Sólo los embriones muy pequeños, obtenidos el día 6, pueden ser congelados con técnicas tradicionales, y generalmente se obtienen muy pocos de estos embriones.

En los últimos años se ha desarrollado una técnica, el COLAPSO Y VITRIFICACION DE EMBRIONES, con la que se están obteniendo muy buenos resultados. La técnica consiste en dos pasos: en primer lugar, mediante un micromanipulador, se pincha y vacía la cavidad del embrión, eliminando su líquido interior (colapso). A continuación se congela el embrión en una solución muy concentrada de crioprotectores y a una velocidad altísima, lo que impide que se formen los perjudiciales cristales de hielo; esta técnica se llama vitrificación. De esta manera se pueden congelar embriones grandes, que son más fáciles de obtener, con buenos resultados.

La vitrificación de embriones abre un gran abanico de posibilidades para los propietarios de las mejores yeguas. Los embriones pueden obtenerse en el momento más conveniente, por ejemplo, en un receso entre competiciones, en verano, aprovechando una parada por lesión o al finalizar la temporada, y se guardan para ser implantados posteriormente. Pueden crearse bancos genéticos, obtener y guardar embriones de yeguas jóvenes, y por supuesto abre la posibilidad de comercializar estos embriones.

---